El calambre repta y trepa
por la columna y su accidente
y exige y se obstina
y atiza contundente
mi nuca.
mi nuca.
Es un golpe seco. Duro. Crudo.
Y poco
a poco
caigo,
leve,
sola.
Sola...
Altera el letargo el vibrar de la vela sobre la mesita.
Gracioso tintineo
que deja entrever
amables e ingenuos sus gestos.
que deja entrever
amables e ingenuos sus gestos.
Él no sabe nada.
¿Y qué va a saber?
Es pronto para entender el porqué de semejante ruina vítrea.
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